Maristella Svampa | Charla debate sobre megaminería


En el marco de las actividades formativas que llevan adelante las mujeres de la CTA, Maristella Svampa coordinó una Charla Debate sobre “Megaminería, Extractivismo y Patriarcado”.

Más de un centenar de compañeras y compañeros participaron de esta actividad en el Anfiteatro Eva Perón de ATE Nacional. Dieron inicio al evento Alejandra Angriman, Secretaria de Género e Igualdad de Oportunidades; Claudia Baigorria, Secretaria Administrativa de la CTA y Carolina Ocar, integrante de la Mesa Nacional de la CTA.

La Secretaria de Género, Alejandra Angriman, dio la bienvenida y agradeció la participación de los compañeros y compañeras que se acercaron al Anfiteatro Eva Perón a formarse y debatir. Carolina Ocar señaló la presencia tanto de los dirigentes como de las compañeras de las provincias que se acercaron hasta Capital Federal a participar de este encuentro. “Además quiero agradecer la presencia de Ricardo Peidró, Secretario Adjunto de la CTA; Daniel Jorajuría, Secretario Gremial y Julio Fuentes, Secretario General de ATE Nacional”, dijo, y luego agregó: “Pablo Micheli no pudo estar acá porque debió viajar a Tierra del Fuego en el marco de un paro de 48 horas”.

Queremos dejar en claro que no solo discutimos salario y condiciones laborales, sino también nos interesa pelear contra las políticas que están destruyendo nuestro planeta y tanto mal hacen a nuestros pueblos. Por eso esta charla, en el marco del Encuentro Nacional de Mujeres, que será en San Juan: exponente máximo de las políticas mineras y extractivistas”, manifestó la compañera, que agregó: “Por eso desde la CTA estamos llevando adelante una Campaña hacia una consulta por nuestros bienes comunes. No es solo un interés de las mujeres de la CTA, sino un tema de todos los trabajadores. Por eso agradecemos especialmente la presencia de Maristella Svampa, que además de una académica, es una compañera que viene a compartirnos sus experiencias”.

Algunas apuntes sobre la exposición: Megaminería, Extractivismo y Patriarcado

En el marco de los Neoextractivismos -explicó Svampa- las empresas generan dinámicas de Enclave, desarticulando las economías locales. Desplazando comunidades y vaciando territorios, utilizando tecnologías que no requieren demasiada mano de obra. Así hay un aumento de conflictividad social ante la expansión de estos emprendimientos que buscan verticalmente imponer sus lógicas entre los pueblos.

Ante un auditorio de compañeros atentos, la socióloga exhibió: “Por su parte, la Megaminería a Cielo Abierto constituye la figura más extrema del extractivismo. Se llevan adelante con capitales trasnacionales y concentrados, a base de ocupaciones territoriales sin consultas a las poblaciones”.

También explicó que en este momento en Argentina hay 600 proyectos mineros en diferentes fases de productividad. Que se sostiene con un discurso de las cámaras empresariales basado en mitos sobre el desarrollo y el progreso. También hay muchos sectores políticos que sostienen este tipo de mitos. Según el Observatorio de Conflictos Mineros, hay 184 conflictos en Argentina. Según un relevamiento que no es exhaustivo, sino más bien aproximado. Y advirtió sobre lo que se viene: La explotación de petróleo con métodos no convencionales como el fraking, cuyo primer pozo de explotación fue inaugurado por la presidenta en Comodoro Rivadavia.

Este proceso de avance del extractivismo da un giro ecoterritorial a las luchas sociales, que atraviesa de manera transversal a todas las organizaciones sociales. Ya sean los sindicatos, las asambleas ciudadanas, las ONGs, entre otras. En este marco, es imprescindible la generación de expertos militantes, para que las estadísticas y los datos no los manejen solo los sectores del poder.

Sobre los mitos del extractivismo

Svampa nombró algunos de los mitos que sostienen este proyecto extractivista y minero, que desarrolla más extensamente en su libro “15 mitos y realidades de la minería transnacional en Argentina”.

El desarrollo que promulga el discurso pro minero, dijo Maristella que tiene estrecha relación con una visión hegemónica, ligada puramente al crecimiento económico y productivo. Deja completamente de lado los contextos sociales, el cuidado del planeta, etcétera. En Latinoamérica subyace la idea utópica “doradista” de descubrir algo que nos saque del atraso y nos acerque a los países desarrollados. Es por ello que se entiende la naturaleza como un capital que debe ser explotado.

Por otro lado expuso sobre el vaciamiento del concepto de “sustentabilidad”, que ha sido tomado por las mismas empresas, alegando que la tecnología será quien repare los daños a la naturaleza. Se trata de una concepción productivista y eficientista. Este discurso de clientelismo se encuentra nombrado como “responsabilidad empresarial o social”.

Otro de los grandes mitos de la megaminería es la cuestión del empleo. Ante la amenaza de la falta de empleo, este es una de las excusas más utilizada por los gobernantes y empresarios. Sin embargo, la megaminería es un modelo de capital intensiva, pero no genera gran cantidad de puestos de trabajo. Por cada millón invertido, se crean solo entre 3 y 5 puestos, son números insignificantes.

La feminización de las luchas

Se dio un gran crecimiento del rol de las mujeres en las luchas sociales. Sin embargo “las mujeres no se reconocen como feministas de manera explicita, sino que se empoderan en el marco de las luchas. La mujer, entonces, resignifica la lucha respecto del hombre. Aparece un nuevo lenguaje de valoración de los territorios, opositora a los lenguajes cientificista de los gobiernos y las empresas”, analizó.

La mujer tradicionalmente ha aportado a la cultura del cuidado. Svampa describió las visiones econfeministas que han hecho mucho hincapié en la cuestión del cuidado ya que han sido quienes históricamente se han encargado de los niños y la familia. Y se combina con la idea de que el ambiente requiere un trato similar al cuidado de lo social.

“Ante esto, las políticas sociales asistencialistas y progresistas refuerzan el lugar maternalista de las mujeres. Ellas deben ser quienes se quedan la casa, resguardando a su familia”, criticó.

Finalmente explicó que el paralelo entre la explotación de la mujer y de la naturaleza está en la invisibilización de su productividad. El trabajo de la mujer se encuentra tan negado como la explotación de la naturaleza en manos del extractivismo. Esta es la lucha que tenemos que dar.

Fuente: El Trabajador del Estado

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