Amnistía Internacional Argentina será observadora del juicio contra las autoridades mapuche Relmu Ñamku, Martín Maliqueo y Mauricio Rain por defender su territorio frente a la multinacional petrolera Apache, en diciembre de 2012. Un jurado multicultural determinará si los considera culpables o no de las lesiones recibidas por Verónica Pelayes, la oficial de justicia que llegó a Winkul Newen para notificar un desalojo.
A Relmu Ñamku la imputaron por tentativa de homicidio y daño agravado, y podría ser condenada a 15 años de cárcel, mientras que Maliqueo y Raín están imputados por el segundo cargo. Para la justicia, la mujer mapuce quiso matar a la oficial que venía a desalojarlos. Según una entrevista realizada a Ñemku: «La justicia necesita un caso testigo para frenar la lucha mapuche», necesitan judicializar la defensa de un terrritorio que es permanentemente avasallado por las empresas con la complicidad de los gobiernos. Las audiencias se llevarán adelante bajo la modalidad del nuevo juicio por jurados, que implica que doce personas escuchen todos los testimonios para luego decidir la culpabilidad o inocencia de la y los imputados.
La pequeña Kimvn Maliqueo, hija de Ñamku y Maliqueo, escribió una carta abierta en la que expresa el dolor que siente y lo injusta que considera la situación dado que “los cargos que se aplicaron y que se comenzaran a juzgar no se comparan en nada a la violencia que ha sufrido mi familia en generación tras generación con pérdidas de familiares”. La niña cuenta que su bisabuelo fue asesinado por un policía en el paraje Ramón Castro, que su abuelo falleció de una infección pulmonar en 2008, que su padre fue desalojado en 2010, el fallecimiento de su tía la logko de Gelay Ko Cristina Lincopan -quien murió de una hipertensión pulmonar con 30 años en el primer territorio de Latinoamérica donde se practicó la técnica de hidrofractura-, una golpiza a su abuela y a su tía, un balazo a su primo de 16 años, quemaduras de primer grado en el rostro y cuerpo de uno de sus hermanitos por vivir sin gas en un territorio “rico”, y finalmente el fallecimiento de su prima recién nacida por malformaciones producto de la contaminación, bebé a quien acababan de velar cuando llegaron a desalojar la comunidad el día de los hechos que serán juzgados. “Esto también es violencia”, asegura la pequeña.
Fuente: El zumbido
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NI UNA MUJER MENOS, NI UNA VIOLENCIA MÁS
