El fracaso de Dorian | A último momento la salud?


Daniel 2Por Daniel Godoy, médico sanitarista, Responsable del Área de Salud IDEP de ATE Argentina, Coordinador del Instituto por la Igualdad y la Democracia


Un dato apreciable para quienes frecuentamos la agenda sanitaria en la Argentina, es la irrupción en los últimos meses de un par de iniciativas de política pública propiciadas por el gobierno en el campo de la Salud.
No hace más de 20 días, y después de largos 3 años, por fin se reglamentó la Ley 26.688 de Producción Pública de Medicamentos. Recordemos que después de un complejo proceso, de 9 años desde su primera presentación parlamentaria allá por el 2002, y producto de muchos años de debate y construcción colectiva de la que formamos parte múltiples organizaciones sociales, gremiales, y profesionales, la aprobación de la ley fue una victoria de esa acumulación social que supimos conseguir.
Casi simultáneamente, un grupo de legisladores kirchneristas, propiciaron un proyecto de ley que propone crear una Agencia Nacional de Laboratorios Públicos (Anlap) que nuclee a los casi 40 laboratorios públicos productores de medicamentos de medicamentos (sólo a 8 de ellos les compra el Programa Remediar del Ministerio de Salud de la Nación), con la intención de “… que el sistema público gane mayor competitividad en el mercado de medicamentos, así como también intervenir en el mercado en la formación de precios de referencia y en la producción de medicamentos huérfanos…”
Sin reconocerse ningún signo de voluntad política por parte del Ministerio de Salud, fuimos las mismas organizaciones las que advertimos esta falta de energía, tanto en lo referido a la NO reglamentación, como a la NO asignación de partidas en los presupuestos específicos, que se correspondieran con lo declamativo.
Recordemos, al mismo tiempo, ante esta ampulosidad en iniciativas por todos nosotros festejadas, que al mismo tiempo, el Presupuesto Nacional le asigna sólo $800.000. Imaginemos que hay 39 centros de Producción Pública en el país y que el gasto total en medicamentos es de US$10.000 millones. De manera que, los $800.000 que se asignan a este Programa de Producción Pública -con una Ley ya sancionada-, representan el 0,001% de ese gasto total. Y a las llamadas enfermedades endemo-epidémicas, el Presupuesto Nacional les asigna $2,90 por habitante y por año. Entran: paludismo, Chagas, dengue, fiebre amarilla, leishmaniasis, hantavirus, leptospirosis, triquinosis, rabia animal, hidatidosis, además de otras virosis menos frecuentes. Para evaluar esta cifra, tengamos en cuenta que el Chagas por sí solo tiene 2.000.000 de infectados (Mario Borini, análisis del presupuesto nacional de Salud, 2013)
En ese contexto, aparecieron manifestaciones públicas de un funcionario de actual alto rango del Ministerio de Salud Nacional (según algunos dicen, con perspectivas de convertirse en un eventual recambio del actual ministro Manzur), planteando una intensa reivindicación del Modelo de Atención Primaria: “… Hay que hacer un cambio de paradigma en el que de a poco los recursos sean asignados mucho más a lo que es preventivo que a lo curativo y que la gente comprenda que eso es la salud…”. Al mismo tiempo, las precarias iniciativas que el mismo Ministerio ha venido desarrollando en ese plano, se refiere a planes focalizados con relación precaria de trabajo (becas y contratos).
Es llamativo que este mismo partido de gobierno, que a lo largo de más de una década ha tenido un desempeño en Salud absolutamente contrario a estas iniciativas,  y en medio de un proceso de crisis de representación y credibilidad pública, asegure este tipo de conceptos. Estos bríos se parecen MUCHO a un posicionamiento retórico (uno más) rumbo a un escenario post kirchnerista.
Porque este mismo gobierno tuvo 4 años como Ministro de Salud a un hijo pródigo del Banco Mundial como Ginés González García (el mismo que había designado el anterior presidente Duhalde), y allí se consolidó la matriz de organización de políticas de estado implementada por el menemato (Hospitales de autogestión, gerenciamientos, tercerizaciones, privatizaciones, arancelamientos, descentralización de servicios, programas focalizados, financiamiento externo). 
Los Planes Remediar, Nacer y Sumar son verdaderos dispositivos de aseguramiento focalizado, financiado con deuda externa y de dudosa transparencia operativa.
El mismo gobierno tuvo en el mismo cargo por 2 escasos años, a la ahora dirigente opositora Graciela Ocaña, que denuncio los entramados de la mafia de los medicamentos, las connivencias con las Obras sociales de los sindicatos amarillos, el financiamiento de la política, el PAMI, etc. Eran los mimos tiempos en que Sergio Massa era Jefe de Gabinete, y Hugo Moyano y compañía los mejores dirigentes obreros del planeta.
El mismo gobierno decidió en 2009 honrar con el mismo cargo a Juan Manzur, un funcionario tucumano cuya mayor celebridad pública y sanitaria, fue la alteración obscena de las cifras de Mortalidad infantil en su provincia, y de una investigación judicial sobre su Declaración Jurada personal, que según dicen “…en el 2003 era de 370.000 pesos y en 2012 se sospecha que incrementó el mismo en más de 9 millones…”
El gobierno que jerarquizó al entonces opositor santacruceño José Granero, para hacerse cargo de la Subintervención del PAMI a nivel nacional, y al que recientemente la jueza Servini de Cubría acaba de procesar por un desvío de efedrina al mercado clandestino de México, y que según la misma jueza ronda los 500 millones de dólares
“Estoy muy orgullosa”, dijo la presidenta sobre la compañía estadounidense Monsanto, que comanda el modelo sojero que funciona sobre la base de un agrotóxico, el glifosato, denunciado por causar malformaciones a recién nacidos, abortos espontáneos, cáncer y muerte. (“Mancha venenosa, Página/12 el 8 de abril de 2008).
Peter Munk, Barrick Gold, cianuro, depredación, desmonte, veto a la ley de glaciares, persecución a campesinos y poblaciones indígenas, son partes de procesos que directa o indirectamente inciden sobre nuevas formas de enfermarse en la Argentina.
Una década perdida en cuestiones salud pública y salud colectiva no pueden revertirse con anuncios de última hora. El kirchnerismo planea irse al nuevo tiempo político con buena parte de un estilo declamativo y maquillador, intentando constituirse en referencia de banderas de la Salud Colectiva, que no implementó en 12 años de gobierno.
Hace muchos muchos años, más de 100, un escritor inglés llamado Oscar Wilde, escribía una obra que con el tiempo llegó a ser un clásico de la literatura mundial. En ella contaba la historia de un apuesto joven, llamado Dorian, quien no soporta la idea de que el tiempo marchite su belleza. En una ocasión, un artista pinta su retrato y el joven Dorian queda maravillado de su propio reflejo, a tal punto que con tal de conservar su juventud fue capaz de venderle su alma al diablo.
Cuando la apariencia y la esencia no coinciden, las trampas y los subterfugios utilizados para retener la belleza, inevitablemente fracasarán.

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