alinepor Aliné Santana, Armar la Trama

FELIZ DÍA PACHAMAMA | CELEBRACIÓN A LA MADRE TIERRA

Como todos los 1º de agosto, comienzan los agasajos a la Gran Madre Tierra,  nuestra querida  Pachamama. En algunos lugares, los festejos duran todo el día. En otros, según las costumbres, aprovechan todo el mes  para honrarla por  todo lo que nos da. Esta antigua celebración del norte y su cosmovisión andina, nos enseña que este día debemos agradecer por la naturaleza,  la vida y  los cultivos que día a día, ella nos obsequia.

Ofrecer manjares, beber una copita de caña con ruda, sahumar la casa con un hornillo o incienso para limpiar el lugar y espantar a las enfermedades, son algunas de las conocidas tradiciones para venerar a nuestra Pachamama.

betyPor Beatriz Silva, Área de cutura IDEP Buenos Aires

 

El primero de agosto es el Día de la Pachamama, por lo cual se impone agasajar con manjares a la Gran Madre Tierra y tomar una copita de caña con ruda para alejar los maleficios, tener buena suerte y salud.

La Pachamama, dueña de las cosechas y del ganado, rectora de las estaciones y proveedora de vida, debe ser agasajada por el hombre como a ella le gusta, porque los enojos de la Diosa de la Tierra son de temer: terremotos, sequías, inundaciones, heladas, incendios, granizo, huracánes, hambre, enfermedades y muerte.

En el norte andino,

el ritual incluye cavar un hoyo donde se mete una olla de barro con comida, pan y dulces, espigas de choclo, una botella de chicha o aguardiente, tabaco y hojas de coca, para «carar» (alimentar) a la Pachamama, el que luego se cubre con piedras, hasta formar un montículo llamado «apacheta».

La veneración a la Pachamama es quizás la más antigua de la región andina sudamericana, hasta el punto que algunos autores la consideran anterior al culto a Inti, Dios Sol de los incas.

El primero de agosto se toma una copita de caña con ruda, brebaje que se prepara con anticipación para que macere: se compra una botella de caña, se echan dentro algunas hojas de ruda, se la cierra y se la guarda. Llegado el momento, se la sirve a los seres queridos para que tengan un buen año.

En el noroeste del país

también se estila colocar amuletos: en el tobillo, la muñeca o el cuello, se ata un hilo blanco y negro de lana de llama o de oveja, hilado hacia la izquierda, y se lo conserva puesto hasta que se rompa.

En Salta y Jujuy,

la celebración tiene tanta importancia como las fiestas conmemorativas de la Virgen María, a la que también se le ofrecen «apachetas»; la única diferencia es que a la procesión de la Virgen la preside un cura y a la de la Pachamama, un chamán.

«En tiempos de los incas el centro divino cambió trasladándose al Sol, y el culto a la Pachamama fue oscurecido y desplazado», rememora Huaman Luis Alberto Reyes, en sus escritos doctorales sobre religiones indígenas americanas.

Pero, el culto a la Pachamama sobrevivió, porque «la dualidad inca permitía -dice- que lo alto y masculino tuviera su contraparte baja y femenina»; y además, porque «el culto oficial del Sol tenía un sentido elitista: correspondía propiamente a los hijos de Inti, no a los simples hombres del pueblo».

Con la conquista española, Inti fue reemplazado por el Dios cristiano y con el tiempo se extinguió; pero a falta de otra diosa femenina, el culto a la Pachamama, en cambio, adquirió fuerza.

Las comunidades indígenas del noroeste argentino, Chile, Bolivia y Perú le rinden culto a la Pachamama durante un mes. Para los atacameños de la Puna chilena, el Día de la Pachamama es también su Año Nuevo: ese día comienza la Primavera, que para el calendario oficial nacerá recién en septiembre.

Según una leyenda, la diosa habita en el macizo del Nevado de Cachi (Salta) a 6.380 metros sobre el nivel del mar, en una de cuyas ocho cumbres habría un lago y una isla, donde un toro de astas doradas la custodia y emite nubes de tormenta al bramar.

Se la identifica con la Tierra, pero Pacha, en kolla, significa «tiempo». Rigoberto Paredes, estudioso de la tradición indígena, dice que «el mito debió referirse primitivamente al tiempo, vinculado en alguna forma con la Tierra: el tiempo que cura los dolores, el tiempo que distribuye las estaciones».

Las diversas lenguas indígenas habrían simplificado luego esta matriz y convertido a la Madre Tiempo en Madre Tierra.

—————————————————————————————————————————–

Muchos, quizás al momento de leer esta nota, seguramente ya cumplieron con la tradición que marca en el almanaque la llegada del 1º de agosto.

Es una costumbre milenaria  y argentina beber un trago de caña con ruda cada 1º de agosto para alejar los maleficios, y atraer salud y suerte. Algunos, sostienen que en lugar de un trago son siete y que hay que hacerlo en ayunas con amigos. Lo cierto es que el ritual hay que hacerlo hoy, para que las malas ondas se vayan, una acepción indica que una personas que ya se ha “curao” –es decir que tomó su medida de caña a la mañana en ayunas– puede convidar, hasta el 15 de agosto, a quienes no lo hayan realizado, sin necesidad incluso de haber ayunado.

La práctica de tomar caña con ruda es una tradición que se relaciona con las costumbres de los propios pueblos originarios de América, quienes ya habían reconocido en la ruda macho capacidades medicinales contra los parásitos y malestares gastrointestinales, como así también propiedades para calmar el ardor e irritación de picaduras de insectos.

La creencia se fundamenta en que en el mes agosto se producían muchas muertes en la población y el ganado, resultante del intenso frío y las lluvias. «Julio los prepara y agosto se los lleva», aseguraban según el reconocido dicho popular.

Para poder sortear este lapso, los pueblos originarios crearon un remedio natural que mezclaba esas capacidades medicinales que observaban en la ruda con la caña, sosteniendo que se debía tomar el 1 de agosto de cada año.

Tomate una caña con ruda o buscá ya un amigo que haya hecho el ritual y pedile que te habilite para curarte. ¡Salud!

Materiales relacionados

tapa la tierra sin finLA TIERRA… sin fin? Algunos procesos del modelo productivo en la Argentina y muchas de sus implicancias en la salud.